lunes, 14 de julio de 2014

Fantasmas en la terraza

Hace unos días está como un loco corriendo de acá para allá y tirando el agua que le servimos. Come y tira la comida, golpea la puerta cuando pasa corriendo de un lado a otro. Pensé primero que quizás era el viento o la lluvia, o por ahí algún vecino loco saltando la medianera y ya fué, nos toman la casa y nos tenemos que ir. Pero no hay nadie y el sigue entre ladrido y ladrido golpeándose contra todo, casi enajenado. -¿Qué pasa, Chilli? Salgo a la terraza pero no veo nada y el sigue dando vueltas con la cola de un lado a otro. Por ahí está así de emocionado que es nomás. Después de un rato a oscuras en la terraza prefiero meterme y cerrar la puerta por que ahí sola en la oscuridad de la noche y sin una luz empecé a sentirme un poco rara. - Deja de ladrar y portate bien que no hay nada. El perro me mira sin entender muy bien, con las orejas bien arriba como un zorro.
A la hora de estar acostada empiezan las volteretas y los golpes contra la puerta. Estoy empezando a creer que tengo un fantasma en la terraza.

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