domingo, 5 de abril de 2015

Sentada frente a la luz, las acciones se suceden con el andar de la vida, una tras otra, enlazadas por la lógica real de la ficción. Sentada, frente a las imágenes que me convierten en algo más allá de lo que soy, me suman en tornados de necesidad que no puedo contener. Lenguajes, que son tan propios a mi amor como lo son al aire del decir, contenidos en deseos que no puedo dejar de pedir. No es fácil ser persona todo el tiempo, todos los días, en cada segundo de tus ojos, bajo la mirada de un universo atemorizado. No es fácil ser, cuándo las imágenes que apropio son tan hermosas y cómodas, cuando cierran en cada vértice a la perfección, enfrentadas a todo lo restante. Me aterra pensar cuándo fue que dejamos de mirarnos de verdad, ese momento en el que ya sólo puedo contenerte en pantallas que se disipan. 

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