miércoles, 26 de febrero de 2014

Lo que se de mi abuelo

Cuando era chica, mi abuelo era grande. Aveces tan grande como un globo que nunca se desinfla.
Era normal escuchar cada tanto algún grito dirigido a su persona, a no comer eso, a no hacer aquello. Mi abuela siempre tuvo la facilidad de imponerse, y mi abuelo siempre tuvo el alma muy grande como para negarse. No era un santo sino un rebelde; grande como un globo que aveces de tanto aire podía volar. Ahora pienso las cosas que alguna vez salieron de su boca como veredictos irrefutables, entiendo que es lo que lo hacía querer convertirse en un globo. Yo pienso que el día que nació fue tan feliz como el día que murió, por que cuando uno decide, sin importar la dirección que tome, siempre se impone al resto. Él era un experto en imponerse al resto. En realidad nunca me conoció y yo nunca lo conocí a él. En el fondo creo que nadie lo hizo, pero probablemente era tan, pero tan grande como un globo.

No hay comentarios: